lunes, 3 de septiembre de 2007
Sobre mis amores
Vísperas de mi viaje al país del norte. Sorprendentemente, no le temo. Algo dentro de mí me dice que lejos de transformarse en mi pasado, seguiré viendo a mi gente querida de allá periódicamente. Si esta sensación es producto de mi deseo, no importa. El presente se está transformando en mi mejor amigo. Y quienes quiero forman parte de él, estén cerca o lejos. A pesar de las montañas rusas emocionales, hace meses que no siento aquel vacío tan hueco. Mi vida acá aún no ha tomado forma, pero nada altera mi paz con relación a la vuelta. Así debe sentirse estar en una relación amorosa (plena) con alguien más de la mitad de tu vida. Mucho mejor que un estado de enamoramiento. La sensación de que el otro estuvo desde siempre. El esfuerzo muchas veces inútil por recordar como solía ser uno sin el otro.
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